El Royal Clipper es el velero moderno más grande y el octavo entre los veleros de cinco mástiles construidos en el mundo. Para llevar a cabo este proyecto, el propietario de la flota Star Clippers, Mikael Kraft, escogió el casco de un velero que jamás se terminó. Se trata de un casco construido en Gdansk (Polonia) de donde fue remolcado a los astilleros de Merwede, en los alrededores de Rotterdam, para finalizar su construcción de acuerdo con el arquitecto naval Robert McFarlane, el mismo que diseñó los buques Star Clipper y Star Flyer. Una partida de molinetes a mano y otros mecanizados permite maniobrar las 26 velas cuadras simultáneamente. Estas velas son cargadas por un sistema hidráulico que las enrolla en el interior de las vergas. El navío está equipado con los instrumentos modernos más sofisticados y los elementos de seguridad necesarios en caso de incendio.